Durante los últimos años, Jalisco ha escalado su lugar como productor agropecuario a nivel nacional, lo hemos visto reflejado en diversos de sus productos exportados. Sin embargo, ¿qué significa esto para el estado? ¿Cuáles son ahora los retos a enfrentar?
Jalisco se encuentra en la cima de los estados productores mexicanos, gracias a su contundente aportación de la entidad a la canasta básica del país, fruto del gran esfuerzo que ponen los productores jaliscienses en otorgar frutos y productos de calidad y al esfuerzo que hombres y mujeres que trabajan el campo día a día.
Dicho aumento y esfuerzo fue notado por el Gobierno del Estado, que ha incrementado el presupuesto, para ayudar a que la industria agroalimentaria de Jalisco continúe creciendo.
Pero además del enorme crédito que merecen los valiosos trabajadores del campo, es importante notar que gran parte del liderazgo de Jalisco se debe a la diversificación de su producción, a través de distintos sectores, tanto agrícola, como lo son el pecuario y acuícola. Esto trajo la reconversión productiva en años recientes, que cambió cultivos por productos de gran rentabilidad, demanda económica y generación de empleo; entre los cuáles se encuentran los berries, donde Jalisco es conocido líder a nivel nacional, por frutas tales como el arándano y la frambuesa. En otros casos, como el del aguacate, figura en el segundo lugar de productores nacionales, posición también de alto mérito.
Sin embargo, alcanzar la cima es una historia, pero mantener el ritmo y calidad de producción es otra. El golpe de la pandemia por Covid-19 fue un testamento de realidad para muchas industrias mundiales, y el campo mexicano no fue la excepción. Desde mejor salubridad en los espacios de trabajo hasta la importancia vital de los trabajadores del campo, la realidad es que difícilmente estamos preparados para la siguiente crisis.
Es por eso que el estado de Jalisco ha buscado precaver lo que se pudiera necesitar en un futuro en materia agrícola. Por ejemplo, para 2050 se tiene la meta de producir 60% más alimentos, anticipando el aumento de la demanda por incremento de población.
Dentro de esta meta se encuentra también el cuidado y protección del medio ambiente, parte esencial para la producción agrícola.
Sobre esto, Andrés Canales Leaño, el nuevo presidente del Consejo de Desarrollo Agropecuario y Agroindustrial de Jalisco (CDAAJ) mencionó: “Tenemos que trabajar con las mejores tecnologías para el uso eficiente del agua y el medio ambiente, teniendo siempre presentes a las nuevas generaciones.»
Estos cuidados y precauciones deben considerarse junto con otros riesgos a la industria un poco más impredecibles, como lo son el incremento de costos de producción debido al alza en el precio de energéticos, fertilizantes y fletes, así como amenazas ambientales como la escasez de agua, que obliga al sector a buscar soluciones creativas que beneficien el ecosistema.
En conclusión, aunque de momento el sector agroindustrial y agropecuario de Jalisco cuenta con números positivos, anticipamos que se tendrán que enfocar muchos esfuerzos en superar los diversos retos que ya se encuentran a la vuelta de la esquina.
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